Hace ya más de 2 años -y tras más de 10 años compitiendo al más alto nivel mundial- que dejé el mundo de los raids de aventura pues la muerte de mi hermano (en accidente alpinísitico) y una renovada situación familiar me impulsaban a ello. No obstante el aliciente de haber ganado recientemente la única prueba disputada del Campeonato de Cataluña a la que aún no entiendo cómo accedí a asistir, renovaron mi ilusión por este apasionante deporte y me empujo, casi sin querer, a llamar a Josef para formar un equipo que junto a la todopoderosa Ariadna Tudel podía (pese a la inexperiencia de estos) alzarse en una plaza de honor
Curioso, pero lo más fácil fue convencer a Josef de que viniera. Su pasión por el deporte, la naturaleza y la búsqueda de retos extremos le suponía un dulce que no podría dejar de probar. Y así fue, como el viernes 11 de Julio partíamos hacía As pontes (A Coruña) para disputar el Campeonato de España de Raids. Nos acompañaba la experiencia de Dani Buyo y el compromiso de Enric Barroso en la asistencia
El perfil de la carrera vislumbraba una prueba rápida (más de 200 Km con poco más de 3000 metros positivos) a la que solo mi estado de salud podía coartar las posibilidades de acabar o incluso ganar. Pero los ánimos y la ilusión de un Josef motivadísimo y una Ariadna con ganas de comérselo todo, no me dejaban escuchar esa tos que sólo el jueves (un día antes) me llevo a tener décimas de fiebre. Mis ganas eran más fuertes que el dolor de los espasmos bronquiales, mi deseo era enorme frente a las pocas décimas de fiebre, mi ambición era alimento para la apetencia alimentaria que sufría.
Sábado, 7:30 h de la mañana.Tras un desayuno ligero ya nos encontramos junto a experimentados escuadras y antiguos compañeros de equipo en mis etapas como capitán del Salomón team, NIKE ACG o Aresa Salud. No son pocos los que me preguntan por Josef y ese atuendo de “pegatinas” que colorean su piel. Todos sospechan que no estoy aquí para pasearme y que mis compañeros son –sin duda- atletas completos con los que confiarme. Así es: Pistoletazo de salida y ya desde los primeros metros nos codeamos en carrera con las escuadras más fuertes como el Salomon Buff y un conjunto de equipos que lideran los propios gallegos. Se trata de una larga carrera a pie de casi 20 Kilómetros de una orientación guarrona ,pues la configuración del embalse cambia debido a su nivel del agua las características del mapa. Josef, que no ha seguido mis consejos de correr con mallas largas hace sus primeras exclamaciones de dolor al sentir como los punzantes matorrales arañan sus piernas. Ariadna esta deseosa de abordar las primeras rampas pues es el hábitat en el que más cómoda se siente. Pero la carrera es rápida y la sucesión de posiciones variantes. Hacia la mitad de la sección conseguimos ponernos lideres marcando la baliza 4 en primer lugar, pero un error de orientación conducido por el trabajo con el Buff España nos lleva a perder más de 40 minutos y a regalarlos con un fuerte desnivel gratuito. Al finalizar la sección ya perdemos más de 30 minutos sobre los lideres y hemos completado esta con casi 1.100 metros de desnivel positivos, lejos de los 310 m. que señalaba la organización en el trazado óptimo.
La segunda sección, era una BTT de 30 Kilómetros. Tras una rápida transición en la que nos enfundamos la ropa de PROBIKE, tomamos las bicis deseosos de acortar distancias. A pocos metros de la salida un río que intento cruzar cual riachuelo se tratará me hace hacer un mortal adelante y me clava una vaina en la costilla izquierda. De momento sólo las caras de Josef y Ariadna sorprendidos me llaman la atención, pero al poco de subirme en la máquina me doy cuenta que destroce la vaina de carbono con el peso de mi cuerpo y que mi costilla empezaba a notar las consecuencias de la caída. Me la habré fisurado? El fuerte ritmo impuesto por Josef sólo me obliga a concentrarme y seguir su rueda sin sentir el dolor. Ariadna nos sigue, es una auténtica crack ! La lluvia intermitente desde primeras horas arrecia pero clavamos la orientación y superamos a cuatro equipos por lo que ya andamos entre los Top Five. La transición hacía la sección reina, un trekking que en su trazado óptimo prevé 5 horas de carrera, me hace aflorar los primeros síntomas de enfermedad y dolor. La tos me recuerda cual punchón se clava en mis costillas, que aquí dentro hay una fractura. No quiero pensar !. Comemos bien y salimos con impermeables pues las temperaturas bajan y la lluvia no merma. Dani nos sitúa las balizas extraídas de una Ortofoto sobre el mapa, es una etapa dura de media montaña. El ritmo es fuerte y en algunos momentos la lluvia y la niebla dificultan la orientación, pero la fortuna nos acompaña y no cometemos mayores errores. Josef y Ariadna despejan todas mis dudas sobre su compañerismo y capacidad de sufrimiento. No replican a las decisiones de rumbo y afrontan el mal tiempo con buena cara. Ni las casi diez horas de carrera hacen mella en su sonrisa y avanzamos cual sólido equipo. Casi al termino de esta sección coincidimos con el Calamocha. Su orientador, Rodrigo nos facilita el trabajo y llegamos a la transición 4 juntos. Josef ya ha aprendido (como el mismo dice) a meter el dedo en el agujero, o lo que es lo mismo a identificarse mediante el chip, conocido como Sport Ident al paso por cada una de las balizas que se hallan en el recorrido.
Se acercan las 20 horas, llevamos más de 12 horas de carrera y sólo unas estúpidas caídas en un terreno plano podrían hacernos sospechar que Ariadna siente síntomas de fatiga. Durante el control de transición procuramos alimentarnos bien para abordar la S4, una sección de 62 Kilómetros en mountain Bike con la cual llegará la noche. Plátano y horchata , horchata y plátano … ¿ incompatibles? Los devoro sin pensar y me subo sobre la máquina, pero mi organismo se ha enfriado en la transición y el dolor estomacal recrudece y me hace temblar. Tiritando no sé si por el frío (que en esos momentos no creo que hiciera), por la fiebre o por la inadecuada ingesta de alimentos aflora. Josef y Ariadna se alegran de retomar la bici, yo –a priori- también. Pero los quilómetros aumentan mis molestias y se me produce un corte de digestión que cambia la imagen de mi rostro cambiando la sonrisa por una tez pálida. Mis piernas funcionan pero un aspecto blanquecino, pálido invaden ese aspecto moreno del cual –como buen ciclista- gozan
La moral del equipo va en aumento. Hemos superado el meridiano de la prueba, se acerca la noche y con ello las secciones de Score urbana, rappel, tirolina, escalada, patines, tiro con arco, natación, kayac y finalmente otra nueva sección de BTT que nos debe conducir a línea de meta. No puedo comer y apenas beber. Concentro mucha energía en mi estomago pues el dolor, la tos y la temperatura me van subiendo. Tanto Josef como Ariadna me llevan sin acritud hacía la reflexión de abandonar pues mi estado de salud no es –ni mucho menos- el más conveniente para seguir. En principio digo que no y seguimos avanzando a lo largo de los 6 mapas que cruza esta sección. La noche se nos echa encima, la temperatura de mi cuerpo sube y siento que estoy a más de 38 grados de fiebre. Puedo pedalear pero no controlo los temblores y me empieza a costar concentrarme en la orientación por lo que decidimos seguir a los Calamocho. A poco de finalizar esta sección, pasadas las 12 horas de la noche (tras más de 16 horas de carrera) la tos no me deja respirar, se endurece y me produce un intenso dolor en la costilla fisurada. Josef y Ariadna insisten por mi bien en abandonar y con el dolor que me produce la impotencia tengo que aceptar y alejarlos de la ilusión de acabar (quien sabe si incluso en plazas de honor) su primer campeonato de España de Raids. Aún con dos impermeables no dejo de temblar. Ariadna y Josef en cambio van en manga corta. Es alucinante. Toda mi piel de gallina y mi mandíbula temblorosa ! Llego el momento de llamar a la asistencia para que nos venga a buscar y abandonar. Por dolorosa que resulta la decisión es la más sabía y tanto Josef como Ariadna entienden y secundan esta decisión. A ellos les agradezco muchísimo su ayuda, son unos compañeros geniales, duros y dignos de etiquetarse como buenos “raiders”. Sin duda no será el último raid que hagamos juntos. El agridulce sabor fruto de la delicada salud con la que iniciaba el raid no hace más que envalentarnos en busca del siguiente reto, al que sin duda accederemos con más posibilidades de victoria fruto de la experiencia adquirida y el entendimiento que como equipo tenemos.
Personalmente pienso que ni la la obviedad de que la enfermedad es justificante a lo sucedido, calma el dolor de perder la posibilidad de hacer un buen papel en la prueba en la que se estrenaban Josef Ajram y Ariadna Tudel. A ellos les agradezco su esfuerzo, su capacidad de sufrimiento y su empatía con el sufrimiento que he vivido.