Las experiencias de Gus

Si algo es emocionante en el deporte, es la cantidad de buena gente que conoces. Gus es un claro ejemplo. Nos hemos conocido a través de Luis y los 2, que probablemente no nos hablaríamos si no hubiese sido por el deporte, compartimos risas y experiencias el otro día en Lisboa. Os cuelgo la crónica que ha escrito, espero que os guste tanto como a mí y os motive a seguir adelante en el camino a vuestro objetivo

½ IRONMAN LISBOA 2007
Crónica de Gustavo Perez, “Gus”

Sólo hay una palabra para describir la experiencia vivida en Lisboa: DIEZ ¡!

El grupo de amig@s, Diez. Mi rendimiento, diez. El rendimiento de mis amigos, Diez.
Mi mujer, Ari (la churri) Diez (esto como siempre).

Diez, Diez, Diez.

Empecemos.

Todo empieza con los preparativos del viaje unos días antes. Tengo una checklist super-elaborada. No se me puede olvidar nada, ni el más mínimo detalle. Hay cachondeo porque me traigo desde Barcelona el Powerade azul, 6 botellas. A mí, plín…
Jueves 3:
Aeropuerto, me encuentro con Ari, (beso al canto), luego con los colegas…. Esto empieza bien ¡!
¿Josef? ¿Dónde está Josef?, bueno, con Josef es cierto eso de que los últimos serán los primeros. Ya sabeis a qué me refiero, puesto 37 de la general el muy…..

Llegamos a Lisboa, montamos bicis y salimos a rodar un rato. Todos llegamos vivos a pesar del intento de los conductores lisboetas por causar bajas en el equipo español.
Luego cena guay, con una torre de 2 metros de altura llena de cerveza. Genial.

Viernes 4:
A las 11 podemos probar el circuito de natación. Voy con muchas ganas, quiero quitarme incertidumbres del trayecto, temperatura del agua, visibilidad etc. Nada más llegar me tiro de cabeza desde el pontón de salida preparado para la competición de la ITU. MAL HECHO ¡!! En ese momento no me doy cuenta, pero la broma me costaría una contractura en la espalda que se fue extendiendo amenazadora hacia el cuello. Ay, que los años nos pasan factura….Qué mierda ¡!! Lo pasé francamente mal durante el resto del día pensando que me quedaba enganchado con torticulis. Ari me da un masaje con bálsamo del tigre traído de Indonesia de mi época surfer.
Por la tarde, después de una buena comida en un italiano, briefing (penoso), y luego a descansar al hotel. Muy buen resultado eso de estirarse y quedarse relajado, aunque sea sin dormir. Cena italiana de nuevo y a dormir temprano….. que llega el gran día ¡!!


Sábado 5:

Suena mi despertador a las 5. El del hotel no ha sonado a pesar de que me apuntó el de la recepción. Menudo gil.
El desayuno es de lo más catastrófico. Una sala habilitada, sin sillas ni mesas y –lo que es peor- sin comida ¡! En fin, me defiendo con cornflakes y madalenas. Buen rollo entre todos. No estoy nada nervioso.
No dirigimos a boxes. Tatoo pa mí, Tatoo pa tí.... divertido. A los guapos nos ponen los números con unos sellos preciosos rebosando tinta. A Juan se lo escriben a mano…. ¡ buen intento, Juan, lo de relamerte para borrarlo. Lástima que te lo re-escribieran ¡!
Coloco todo en boxes, caliento un poco corriendo, hago un pisito…. Listo para la natación.
Mucho lío para el massive water start. Nos entretienen un poco para dar la salida pero finalmente la dan. Aquello del minuto de silencio por el triatleta fallecido se queda en agua de borrajas.
Genial ¡! Buenas sensaciones desde el principio. Me abro bastante para evitar golpes y hago toda la natación por fuera. Tengo que pensar si esta es la mejor estrategia, ya que puede que con la tontería, al final nades unos cuantos metros más. Quedando pocos metros para llegar, en una de mis respiraciones, veo al lado mío un gran bigote emergiendo del agua. Joder ¡!, es el Javi Maya ¡! Que buena natación ha hecho, pensé. Por lo menos yo estaba contento con mi rendimiento.
A pesar de que no soy nada bueno en la natación ( 35’, 160 de la general) tengo una excelente sensación de fuerza y me lleno de alegría al ver los boxes con todavía muchísimas bicicletas. David Soler, sí que sabe de ésto, qué gusto salir el #35, eso sí, exactamente junto con un tal “Christie Palmer” que no tenemos ni puta idea de dónde para ahora. Me animan Ari y Elena, cojo la bici y salgo escopeteado. No hago demasiado bien el salto del tigre encima de la bici, pero vale. Me pongo en marcha.

Bicicleta:

Mi obsesión es no desgastarme y llevar a raja tabla la alimentación. Voy con alta frecuencia de pedaleo todo el tiempo (80-85). La ida se hace con viento y es subida, pero aún así no veo que mi velocidad baje a lo bestia. Voy pasando gente, pocos me pasan a mí ¡qué buena señal! Los kilómetros finales son de subida y se hace un poco pesado, pero la vuelta es fantástica. Me pongo a casi 70 por hora en la primera bajada y luego mantengo velocidad de crucero alta. En la bici no soy buen escalador, lo tengo claro, pero los circuitos llanos me van bien. Vuelta tras vuelta sigo conservando la energía, lo cual ayuda también a disfrutar más la prueba. Me he ido cruzando con los compis, lo cual es super motivante, aunque no me fijo mucho cómo van nuestras posiciones relativas a lo largo de la carrera. Hago una media de 33 km/h con 144 pulsaciones, estoy contento.
Por supuesto, los ánimos de nuestras fans en cada vuelta son una infusión de emoción y de motivación. Creo que cualquier triatlón que pase de olímpico necesita un apoyo de tu churri, si no, no mola. Última vuelta ¡!, recuerdo sólo tomar gel para descargar el estómago en la carrera a pie. Antes de llegar a boxes me saco zapatillas, no problem. Hago una buena transición (48’’) y ya estoy corriendo.

Carrera a pie:

La verdad es que había conservado tan bien las piernas en la bici que pensaba que iba a volar en la carrera. Pero mi gozo en un pozo, ya que nada más empezar comienzo a tener un importante flato. Siempre tengo flato ¡!!, lo cual no me deja apretar nada. Tengo que ir a ritmo lento, respirar profundo, levantar el brazo, sujetar algo con la mano izquierda y sobre todo….rezar para que se vaya pasando y poder empezar a coger ritmo. Esta vez me llevó toda la primera vuelta (5km) quitármelo. Lástima ¡! Poco a poco se me va el dolor y puedo coger mi ritmo a casi 150 pulsaciones. Es jodida la carrera porque aunque vayas bien de fuerzas no te atreves a apretar demasiado por miedo a que se vayan las fuerzas, tirones etc. Me voy cruzando con los compis por el circuito, pero sólo los saludo con gestos por miedo a que vuelva el flato. Sólo hay una ocasión en la que no me puedo aguantar las palabras y es al ver a Juan Zapata superando su problema de rodilla, metro a metro, con esa entrega que le caracteriza. Lo animo y sigo ya con la mente puesta en la meta.

Llegada a meta

Pues sí, esta historia acaba después de 4 horas 47 minutos. Por fin, lo que tanto tiempo llevas visionando, el abrazo con tu mujer, las felicitaciones de los amigos, todo ocurre.
En el área de recuperación nos vamos encontrando todos según vamos llegando. Qué sensación de alegría y de satisfacción ¡! Son momentos inolvidables!!!

Aquella noche salimos a celebrarlo por todo lo alto. Entre mojitos y risas se nos hicieron las tantas y regreso al hotel.


MUCHAS GRACIAS COMPAÑEROS POR HACERNOS PASAR UNOS DÍAS TAN INOLVIDABLES A ARI Y A MÍ.



PRÓXIMA ESTACIÓN…………………….FRANKFURT ¡!!