Warren Buffett busca sucesor para su próspero negocio de inversión. No es una empresa fácil, aunque a algún productor de televisión en Estados Unidos se le podría ocurrir convocar un concurso para encontrar a la futura estrella de Wall Street. El segundo hombre más rico del mundo, lo tiene claro y quiere dejar la gestión de su fondo Berkshire Hathaway en manos de un inversor o inversora mucho más joven que él, pero con la paciencia y la inteligencia necesarias para manejar un fabuloso negocio.
El sucesor tendrá que dirigir una firma que gestiona 190.000 millones de euros en activos
Los planes sucesorios de las empresas suelen ser secretos y los cambios no se anuncian hasta que el nuevo líder está elegido. Buffet rompió con esa regla el pasado verano cuando, tras anunciar una donación multimillonaria a favor de la Fundación Gates, sugirió que sus días al frente de Berkshire tocaban a su fin. Sus palabras generaron gran expectación entre los inversores, porque la compañía gestiona activos por valor de 248.400 millones de dólares (unos 190.000 millones de euros), con acciones en más de 60 empresas, como la aseguradora Geico, la reaseguradora General Re, las embotelladoras Coca-Cola y Anheuser-Busch o el grupo bancario Wells Fargo.
Warren Buffett tiene 76 años y lleva 42 manejando las inversiones de Berkshire. Para despejar cualquier duda y poner coto a las especulaciones, el gurú ha dejado claro que se encuentra en un magnífico estado de salud, a pesar de que lleve siempre en la mano un refresco de cola de cereza y de que le encanten las hamburguesas. La atención se centrará de inmediato en Lou Simpson, su mano derecha, al que se veía como sucesor natural dentro del fondo. Pero tiene 70 años de edad, lo que le convierte en un candidato de corto recorrido o de emergencia.
La caja de Pandora se abrió el pasado 1 de marzo con la carta anual del multimillonario para que los inversores definan sus estrategias. Para llevar a cabo el relevo, Berkshire tiene un plan que pasa por dividir el puesto de Buffett en dos: el de consejero delegado (CEO) y el de gestor de inversiones (CIO). A partir de esta premisa empieza la búsqueda. En Wall Street reconforta ver que Buffett esté pensando ya en la persona que se pondrá al frente de la firma textil que se transformó en 1965 en un poderoso holding dedicado a comprar acciones infravaloradas o activos en negocios con una gestión sólida.
El perfil del futuro Buffett podría resumirse de la siguiente manera, a partir de lo que se expone en la misiva, aunque el proceso de búsqueda está aún diseñándose: debe ser un joven o una joven reconocida en el mundo de las finanzas, emocionalmente estable, capaz de pensar y actuar con independencia, que sepa esquivar riesgos innecesarios para los inversores y que tenga un buen conocimiento del comportamiento humano e institucional. Y es que, como explica el gurú, "el éxito a largo plazo tiene que ver con algo que va más allá de la inteligencia y los resultados a corto".
Ahí está el reto de la ejecutiva de Berkshire, el de encontrar a una persona que combine la cabeza y el olfato de Buffett con un buen registro en la gestión de inversiones y con la calma necesaria para no perder la compostura ante las crisis que puedan azotar los mercados de capitales. "Los mercados hacen cosas extraordinarias, a veces extrañas. Un solo error puede echar por tierra una larga trayectoria de éxitos", advierte. Y tampoco quiere que la persona a la que contraten para llevar las inversiones del fondo deje poco después la firma para irse a otra empresa y ganar más dinero.
La selección no será fácil y todo indica que se hará de forma discreta, porque Buffett quiere tener la última palabra en la decisión final. Lo que se sabe de momento es que el poderoso fondo contaría ya con tres candidatos internos sin identificar para ocupar el puesto de CEO. Y el pasado mes de octubre se adoptó un plan preciso para contratar a uno o dos candidatos a CIO, el área donde Buffett se ha ganado el respecto de Wall Street, por no hablar de su ingente fortuna, que antes de morirse quiere tener destinada casi íntegramente (85%) a labores de caridad.
Entre los nombres que suenan para ese puesto de CIO está el de Edward Lampert, un conocido gestor de fondos de alto riesgo, fundador de ESL Investments, un verdadero tiburón de las finanzas y un genio entre los de su estirpe, hasta el punto de que se le ha comparado siempre con Warren Buffett. Para el cargo de CEO, el mejor situado es Ajit Jain, que dirige el negocio de reaseguros de Berkshire. Andy Kilpatrick, broker y autor de Of permanent value, the story of Warren Buffett, no duda de que el financiero será capaz de encontrar a la persona con la paciencia y la disciplina adecuadas para ocupar esos puestos, y que sean además capaces de preservar la cultura empresarial que instauró hace cuatro décadas.
Los planes sucesorios de las empresas suelen ser secretos y los cambios no se anuncian hasta que el nuevo líder está elegido. Buffet rompió con esa regla el pasado verano cuando, tras anunciar una donación multimillonaria a favor de la Fundación Gates, sugirió que sus días al frente de Berkshire tocaban a su fin. Sus palabras generaron gran expectación entre los inversores, porque la compañía gestiona activos por valor de 248.400 millones de dólares (unos 190.000 millones de euros), con acciones en más de 60 empresas, como la aseguradora Geico, la reaseguradora General Re, las embotelladoras Coca-Cola y Anheuser-Busch o el grupo bancario Wells Fargo.
Warren Buffett tiene 76 años y lleva 42 manejando las inversiones de Berkshire. Para despejar cualquier duda y poner coto a las especulaciones, el gurú ha dejado claro que se encuentra en un magnífico estado de salud, a pesar de que lleve siempre en la mano un refresco de cola de cereza y de que le encanten las hamburguesas. La atención se centrará de inmediato en Lou Simpson, su mano derecha, al que se veía como sucesor natural dentro del fondo. Pero tiene 70 años de edad, lo que le convierte en un candidato de corto recorrido o de emergencia.
La caja de Pandora se abrió el pasado 1 de marzo con la carta anual del multimillonario para que los inversores definan sus estrategias. Para llevar a cabo el relevo, Berkshire tiene un plan que pasa por dividir el puesto de Buffett en dos: el de consejero delegado (CEO) y el de gestor de inversiones (CIO). A partir de esta premisa empieza la búsqueda. En Wall Street reconforta ver que Buffett esté pensando ya en la persona que se pondrá al frente de la firma textil que se transformó en 1965 en un poderoso holding dedicado a comprar acciones infravaloradas o activos en negocios con una gestión sólida.
El perfil del futuro Buffett podría resumirse de la siguiente manera, a partir de lo que se expone en la misiva, aunque el proceso de búsqueda está aún diseñándose: debe ser un joven o una joven reconocida en el mundo de las finanzas, emocionalmente estable, capaz de pensar y actuar con independencia, que sepa esquivar riesgos innecesarios para los inversores y que tenga un buen conocimiento del comportamiento humano e institucional. Y es que, como explica el gurú, "el éxito a largo plazo tiene que ver con algo que va más allá de la inteligencia y los resultados a corto".
Ahí está el reto de la ejecutiva de Berkshire, el de encontrar a una persona que combine la cabeza y el olfato de Buffett con un buen registro en la gestión de inversiones y con la calma necesaria para no perder la compostura ante las crisis que puedan azotar los mercados de capitales. "Los mercados hacen cosas extraordinarias, a veces extrañas. Un solo error puede echar por tierra una larga trayectoria de éxitos", advierte. Y tampoco quiere que la persona a la que contraten para llevar las inversiones del fondo deje poco después la firma para irse a otra empresa y ganar más dinero.
La selección no será fácil y todo indica que se hará de forma discreta, porque Buffett quiere tener la última palabra en la decisión final. Lo que se sabe de momento es que el poderoso fondo contaría ya con tres candidatos internos sin identificar para ocupar el puesto de CEO. Y el pasado mes de octubre se adoptó un plan preciso para contratar a uno o dos candidatos a CIO, el área donde Buffett se ha ganado el respecto de Wall Street, por no hablar de su ingente fortuna, que antes de morirse quiere tener destinada casi íntegramente (85%) a labores de caridad.
Entre los nombres que suenan para ese puesto de CIO está el de Edward Lampert, un conocido gestor de fondos de alto riesgo, fundador de ESL Investments, un verdadero tiburón de las finanzas y un genio entre los de su estirpe, hasta el punto de que se le ha comparado siempre con Warren Buffett. Para el cargo de CEO, el mejor situado es Ajit Jain, que dirige el negocio de reaseguros de Berkshire. Andy Kilpatrick, broker y autor de Of permanent value, the story of Warren Buffett, no duda de que el financiero será capaz de encontrar a la persona con la paciencia y la disciplina adecuadas para ocupar esos puestos, y que sean además capaces de preservar la cultura empresarial que instauró hace cuatro décadas.
2 comentarios:
Si es un reto imposible... A por él... Por cierto cómo llevas la preparación de la Titan? Yo, éste año, pilotaré un tándem...creo...
jajajjajaj, vaya reto!!
La Titán tranquilo, es un objetivo parcial y no principal, lo que salga bien estará
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