-. ULTRAMAN .-

22 marzo, 2006

MARXA CASTELLS DE LA SEGARRA

Hace meses que mi vida tiene un rumbo y una fecha fija: 9 de abril desierto del sahara. La maratón des sables, supone para mí, uno de los grandes retos de esta temporada. Algo que hace años parecía una barbaridad, ahora lo viviré en primera persona. Ilusionado, esperanzado y, porque no, aterrorizado, me embarco en esta aventura que ya me ha aportado grandes cosas. ¿La principal? El haber conocido a u maravilloso grupo de corredores que desde el primer día me han acogido como parte de ellos.

Precisamente con ellos me dirigí el pasado 19 de marzo a Hostafrancs, cerca de Cervera. Allí teníamos por delante una carrera de 52km por montaña, la VII marxa dels Castells de la Segarra. Para mí era un día importante, especial, decisivo en mi moral. Sabía que había entrenado bien durante los meses precedentes, pero necesitaba un argumento objetivo que reforzara mi moral de cara a la decisiva cita del 9 de abril.
Yo vengo del ciclismo. Mis escarceos con la carrera a pie, hasta la fecha, habían sido más bien escasos. Pero gracias a la preparación específica para sables, he decubierto un deporte sin límites, una aventura constante. Necesitaba que el feeling que había sentido estos meses no fueran una simple ilusión. El reto, 52km con mochila en la espalda, me intimidaba bastante.
A las 7:00 se dio la salida. Unos 700 participantes empezamos a trotar. Unos directamente andaban, otros salían a una velocidad vertiginosa. Nosotros, Albert, Alex, Jaume, Jordi, Francesc y yo, empezamos a un ritmo cómodo y constante. Hicimos la primera hora a 10km/h. Mis piernas me pedían más.
La verdad es que me encontraba muy bien. Después de haber hecho 2 horas con Alex y Jordi el día anterior, me encontraba recuperado y con ganas de superar este reto que para mi significaría el refuerzo de moral que tanto ansiaba. La segunda hora seguimos agrupados y ya empezábamos a adelantar a gente. Seguimos haciendo una media de 10Km/h y llegamos prácticamente a la media maratón.
Jaume, viejo zorro, comentaba:” A partir de ahora comenzarán a caer como moscas”. Me gustó oir eso y me gustó más comprobarlo. En los avituallamientos íbamos muy rápido empleando el tiempo justo para llenar los bidones y coger algo de comida. Yo me fui alimentando muy bien durante toda la prueba. Barritas energéticas al principio y acabando con glucosa.
En la tercera hora, incrementé un poco el ritmo, mis piernas me seguían pidiendo y decidí incrementar ritmo, sobretodo en las subidas, necesitaba probarme. Albert y Alex decidieron conservar su paso y nos fuimos Jaume, Jordi, Francesc y yo, seguiamos adelantando a gente sin parar.
La cuarta hora fue determinante. Apreté un poco más el ritmo y me quedé solo con Francesc. Al ver que Jaume y Jordi se quedaban, pasaron por mi cabezas dudas; había apretado demasiado? Pero la verdad es que cardiovascularmente iba fácil y las piernas respondían, así que adelante!!!. Al llegar al km35, pregunté en que posición iba y me dijeron que estaba en quinta posición. Así que decidí apretar en busca del podium.
Francesc, otro viejo zorro, decidió conservar y no entrar en zona de umbral anaeróbico. Yo apreté. Pase la maratón en 3h54 minutos y alargué la zancada para buscar el 3er puesto: lo conseguí. Lo mejor es que acabé muy entero, muy animado y muy motivado. Era muy importante para mí tener una buena experiencia en la carrera a pie antes de la gran cita.
Al final, 3er puesto con 4h41 minutos. 52 km a una media de 11,1km/h 700 metros de desnivel positivo y negativo y con mochila aproximadamente con 4 kilos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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